Tarouca

De ocupación neolítica, la primera referencia escrita a Tarouca aparece en el siglo VI, atestiguando su origen y preponderancia durante la Edad Media, especialmente en los albores de la fundación de la nacionalidad, a través de la vinculación del primer Rey de Portugal, Egas Moniz y Doña Teresa a la construcción del Monasterio de San Juan de Tarouca y del Convento de Santa María de Salzedas.

En 1262 D. Afonso III concedió a la villa la “Carta de Foro de Castro-Rei”, confirmada por D. Afonso IV, D. Dinis y de nuevo en 1514 por D. Manuel. Sede de un tribunal con un juez ordinario, Tarouca fue elevada a distrito de Vara Branca con jurisdicción en materia criminal, civil y de orfandad, estatuto que conservó durante más de tres décadas.

Su territorio se sitúa en la zona de transición entre las regiones de Beiras y Alto Douro, extendiéndose por los valles de Tarouca, Varosa y Salzedas y zonas de mayor altitud como el Altiplano de Nave, Monte Raso y Serra de Santa Helena.

Con un perfil típicamente rural y agrícola, el municipio destaca por la producción de bayas de saúco y las industrias de transformación de carne y ahumado, importantes actividades económicas de la región, junto con la producción de vinos de mesa y espumosos, el pastoreo y el cultivo de centeno, aceitunas, castañas, manzanas y peras. En cuanto al turismo, los atractivos naturales de la región y su notable patrimonio histórico, cultural y arquitectónico atraen cada vez a más visitantes.