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Descripción
Para sumergirse en la cultura y la historia de Tarouca, el primer paso es visitar el Monasterio de São João de Tarouca, donde la historia está escrita en las piedras de la fundación cisterciense más antigua de Portugal.
Estrechamente vinculada al inicio de la nacionalidad, fue aquí donde se instalaron los primeros monjes cistercienses en 1140, y fue D. Afonso Henriques quien otorgó carta de naturaleza a esta comunidad que observaba la regla de San Benito.
A lo largo de la Baja Edad Media, éste fue uno de los establecimientos monárquicos nacionales más importantes.
En el Monasterio, Pedro Afonso, conde de Barcelos, hijo bastardo del rey Dinis, está enterrado en una monumental tumba de granito decorada con escenas de caza en los rasgos faciales, tema característico de una nobleza terrateniente en busca de prestigio social y legitimación.
Aquí podrá pasear entre las ruinas del antiguo monasterio y, en la iglesia, observar los bellos paneles de azulejos de principios del siglo XVIII que ilustran la historia de la fundación del monasterio.