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Tuerca de Murça

Descripción

La Nuez de Murça es una escultura de granito hecha de una sola piedra, de 1,70 metros de largo, 58 cm de ancho y cerca de 1 metro de alto, probablemente uno de los vestigios más antiguos de la cultura indígena y castreña en Portugal. Erigida hace 2500 años, es una de las imágenes más famosas de este territorio. En el área geográfica que se extiende por el centro de la Península Ibérica, abarcando principalmente la región de Trás-os-Montes, proliferan las estatuas zoomorfas (estructura geológica, una sola pieza de roca), enormes monolitos de granito, representados cuadrúpedos, que en su mayoría son conocidos como Cerdos o Cerdas, dependiendo de la interpretación del sexo, a los que dentro del ámbito arqueológico, se atribuye el nombre de "berrões". Se trata de un "Cerdo", que es, de hecho, un cerdo de tamaño natural, o berrões. Se cree que esta estatua zoomorfa, que se puede ver en el centro de Murça, procede de otro lugar de la comarca, probablemente del castro de Cadaval, donde se asentaron los pueblos preceltas. El cambio del género masculino por el femenino se debe a que la elección de este último transmite fertilidad, renovación de las generaciones y, sobre todo, vida y prosperidad. La existencia de estas estatuas es hoy un enigma en el campo de la protohistoria peninsular, con diversas versiones y significados. Recuerda a un antiguo culto castreño que rendía culto a los animales como dioses protectores, con el fin de alejar calamidades, robos, enfermedades y otros males a los que estaban sometidos los animales de los rebaños o manadas y, por extensión, quizá las propias personas y sus pertenencias. Era normal que existieran estas toscas estatuas que simbolizaban a los machos venerados como deidades venerables, capaces de proteger y mantener la fertilidad de la especie, o simplemente vinculadas al culto de los muertos, o incluso a hitos territoriales. Aunque es uno de los ejemplares más elegantes y mejor conservados, la cerda de Murça no es la única de su especie. Actualmente existen más de 52 estatuas zoomorfas similares en Portugal y más de 42 en España. Representan preferentemente cerdos mansos, pero también jabalíes o cerdos salvajes, toros, carneros y osos. La zona donde más abundan es el nordeste, especialmente Bragança, Vila Real y Guarda. En España, se concentran en los distritos de Salamanca, Cáceres y Zamora. Aún es difícil determinar el lugar exacto donde habrían aparecido los berrones y la relación con los lugares donde se encuentran. En la década de 1930 (1931, 1932), la estatua y sus adornos se trasladaron a la plaza 31 de Janeiro. Cuenta la leyenda que, a mediados del año 757 (siglo VIII), la villa estaba plagada de un gran número de osos y jabalíes, pero los señores de la ciudad, apoyados por la población, montaron tantos caballos que extinguieron a "tan dañina fiera", o los ahuyentaron lejos. Pero entre esta multitud de cuadrúpedos, había una cerda (otros dicen osa) que se había convertido en el terror del pueblo por su monstruosa corpulencia, su ferocidad y por ser tan astuta que jamás habría podido ser muerta por los cazadores. Fue entonces cuando el Señor de Murça, caballero de gran fuerza y no poco valor, decidió matar a la cerda, y empleó tales maniobras que lo consiguió, liberando a la tierra de tan molesto huésped, que en memoria de esta hazaña se construyó el monumento tan aclamado por los vecinos de esta villa, y tan conocido en todo el globo. La Nuez de Murça, además de su destacado valor histórico y monumental, es el símbolo identificativo de la villa. En este sentido, se ha convertido en trivial oír desde fuera la expresión: "Murça - la Tierra de la Nuez". Desde dentro se ve con gran respeto porque retrata un sentimiento afectivo de orgullo colectivo. De este modo, se ha convertido en intocable en su identidad material y legendaria y protegida por todos los que viven aquí.

Municipio:

Murça

Localización:

Largo 31 de Janeiro | 5090-111 Murça

Teléfono:

+351 259 510 120*
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