Relógios de Sol

Estas piezas son el resultado del arte escultórico del pueblo. Medir el tiempo era su función principal. Sus cambios decorativos y figurativos eran minuciosamente elaborados para figurar en las fachadas principales de las casas. Es probable que sólo las familias con cierto poder económico tuvieran derecho a un reloj, signo de modesta ostentación. Los relojes que tenemos en el municipio tienen un molde o configuración antropomorfa y geométrica y datan de los siglos XVIII y XIX, según la fecha de algunos ejemplares. En el recorrido por el interior de la comarca, a lo largo de la ruta de las fuentes buceadoras, hay relojes de sol, como los de Cadaval, Fiolhoso, Cortinhas o Vilares, inventados para responder a la necesidad del hombre de orientarse y manejar el tiempo de la vida cotidiana. Forman parte del arte escultórico del tiempo. Los relojes incluyen una especie de esfera horaria, motivos vegetales en bajorrelieve y figuras peculiares como máscaras y rosetones, que aún conservan restos de su policromía. Columnas, capiteles, volutas, inscripciones, entre otros dispositivos, ayudan a formar el conjunto - reloj de sol. La aguja era de metal (hierro) y estaba colocada en el centro de la esfera, desde donde partían una serie de líneas rectas (incisiones grabadas) hacia el borde de la esfera. La sombra provocada por la aguja giraba e indicaba la hora como resultado del movimiento de la Tierra. Reloj de todos para marcar el compás de la vida en cada comunidad.